El
fruto del carambolo es de color amarillo, con un sabor agrio que contiene
pepitas y es del tamaño de un huevo de gallina. La carambola es conocida como
fruta estrella por su forma. En cuanto al sabor, es similar al de un tomate
verde. Se puede encontrar durante todo el año. Se presenta en racimos en las
ramas y en el tronco. Su pulpa es jugosa, un poco fibrosa y acida pero cuando
madura, su sabor es muy dulce y refrescante. Su piel es fina como la de un
pimiento.
Proviene
de Venezuela, Brasil aunque se cultiva en Asia desde hace mucho tiempo.
A la hora de su presentación en el mercado, habrá que valorar que sea un fruto consistente, de color atractivo y sin rastro alguno de manchas y despidiendo un agradable aroma afrutado.
Se conserva fácilmente a temperatura ambiente, pero
debe guardarse en la nevera si no se va a consumir en uno o dos días.
Puede comerse cruda o cocida y resulta deliciosa aliñada
con una salsa vinagreta. Suele servirse fileteada para aprovechar su aspecto estrellado.
Es muy decorativa en postres y ensaladas. Se consume preferentemente como jugo
y, antes de servir, es mejor colar las semillas.
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